Historia de la Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco |
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(recopilación de datos por Manuel E. Baturone Santiago) |
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La Iglesia del Hospicio de N.P. San Francisco fue erigida en 17 de enero de 1765 como Parroquia Castrense, en virtud de Despacho expedido por don Antonio Fanales y Escalona, teniente vicario general de los Reales Ejércitos de Mar y Tierra de Cádiz y de su Obispado, que comisionó al Sr. don Miguel Rodríguez de la Barañaga, presbítero fiscal del Tribunal de esta Subdelegación por ante don Juan Vicente Mateos, notario mayor de la misma.
Hagamos un poco de historia de los Religiosos Observantes de la Regla de San Francisco. Necesitados de un lugar de descanso, con motivo de las expediciones de Ultramar, eligieron esta Real Villa por las excelencias de su clima. Se establecieron en abril de 1739 en una casa de la calle Viñuelas, hoy Doctor Cellier, que no reunía las mínimas condiciones de habitabilidad. Y “hallarse en un paraje extraviado, trabajoso, muy húmedo…” A la generosidad de don Manuel de Arriaga y Beitia y de su esposa doña María Ana de Arteaga y Berovia se debe la creación de un Hospicio-Escuela para niños, con residencia para los frailes, en terrenos de su propiedad. (Escritura de 11 de marzo de 1743, ante el escribano público Álvaro de la Torre Canales). En la donación se incluía una huerta de 10840 varas de terreno,- la huerta de san Francisco,- y una casa inmediata al Hospicio, en la calle Real. Limitaba el nuevo edificio con las viviendas de “El Patio del Pino” y con las casas y la hacienda de don Guillermo Macé. La entrada y salida de la Escuela miraba a la calle Real. Casi terminado el edificio, -que constaba de doce celdas, refectorio, sala de " profundis" y de dos clases, - el Prior y comunidad de Carmelitas Descalzos instanciaron al Consejo de Castilla alegando la prohibición de construir nuevas fundaciones de conventos, cuya solicitud fue denegada. La primitiva comunidad la componían cuatro frailes, un lego y un donado. Los PP. franciscanos tomaron posesión con las formalidades de rigor del Hospicio- Escuela el 24 de marzo de 1745; en dicho acto el Síndico del Hospicio Rvdo don Hipólito de la Rosa fue entrado de la mano del matrimonio Arriaga “ abriendo y cerrando todas sus puertas y paseándose por su claustro, patios, celdas, refectorio, seguido por los demás franciscanos, dándoles posesión del establecimiento, mientras los religiosos como Comunidad entonaban solemne Tedeum Laudamus, acompañados de los vecinos mas principales y otras personas de autoridad …” Era Maestro de las clases de escritura Fr. Fernando Toro y los Hnos. legos Fr. Juan Nieto y Fr. José Romero, de lectura. El viejo Hospicio fue, más tarde demolido, ya que amenazaba ruina y por sus pésimas condiciones no interesaba a la Comunidad franciscana. Cercana al Hospicio, existía una primitiva capilla dedicada a Nuestra Señora del Pópulo. Don Diego de Barrios de la Rosa y Soto, en la zona de las Tres Cruces, hizo donación en 1696, de un terreno de 20 varas para la construcción de una capilla dedicada a Ntra. Sra. del Pópulo, que nunca se terminó, quedando "en alberca”, es decir, con paredes y sin techar, pasando con el tiempo la titularidad a su nieto el marqués de Casa Tavares. Se construyeron dos casas en dichos terrenos, aledaños a la parroquia. (Ver “Historia de las Hermandades y Cofradías isleñas “de F. Mosig) La Jurisdicción Castrense, que ya existía de los tiempos de Felipe II, se reorganiza en 1762, por Breve de Clemente XIII. El Vicariato castrense de los Ejércitos de Mar y Tierra se confiere a la autoridad del Patriarca de las Indias. Anteriormente el Obispo de Cádiz era el Vicario General castrense. Sin embargo los escalafones de mar y tierra casi siempre fueron independientes. Previsto el traslado de los Cuerpos de Marina a esta Real Villa, se le propuso a los religiosos franciscanos se encargasen de la asistencia religiosa, razón por la que se hubo de habilitar la capilla como iglesia castrense. El 17 de enero de 1765 se le concede la Jurisdicción castrense y el 26 de enero de ese mismo año, el fiscal del Tribunal de la Subdelegación Apostólica Castrense, comisionado al efecto, como decíamos anteriormente, cumplimenta el decreto. Se entroniza el Santísimo Sacramento, llevado en procesión al pequeño Oratorio desde el Hospicio, que carecía de Sagrario. El primer bautizo tiene fecha del 13 de marzo de 1765 y corresponde a Petronila de Negas y Díaz, de Blas y María Teresa; que se celebró en la pila de la Iglesia Mayor por carecer de ella. Y, el primer matrimonio del 19 de marzo de1765 es de Miguel Calderón Alba y Rita Marchante González. El traslado del Cuerpo de Marina, calculado en unas 15000 personas, a esta Real Villa se lleva a cabo en 1769, y se necesita contar con una parroquia propia para la atención del personal, como hemos señalado. Las reducidas dimensiones de la capilla del Hospicio son insuficientes para funcionar como parroquia castrense por lo que los PP. franciscanos intentaron levantar un nuevo templo con la contribución y limosnas de los fieles, fracasando en el intento. Se dirigen al capitán general don Luis de Córdova para que interese el favor del Rey y dedicar la nueva iglesia a la Armada. En 1784 se aprueba un presupuesto de 449.629 reales y 26 maravedíes del fondo existente en la Contaduría, procedente del personal de Ultramar, muerto “abintestato”, al que se añadió 40.000 reales para completar los gastos en 1789. Las obras de la primitiva iglesia comienzan en 1786, en terrenos de la Escuela- Hospicio y en una porción del nombrado “El Patio del Pino”, perteneciente al mayorazgo del marqués de Casa Tavares, don José Joaquín de Montalvo y Serrano, que donó en 5 de diciembre de 1783. En virtud de esta donación presentó un memorial en el Definitorio celebrado por la Orden de Ntro. Padre San Francisco en 1784 solicitando se le “Conceda una capilla con su correspondiente sepultura, de las que se han de hacer en la iglesia nueva, para loar en ella al patriarca señor San José. Con cuyo nombre se honra poniendo en ella sus armas para clara señal de su posesión. Otorgando para ello escritura de donación correspondiente, con inversión de los motivos que causan esta gracia, que espera merecer a la buena correspondencia de V.R.R. De quienes es y será muy reconocido servidor. Firmado: el marqués de Casa Tavares.” Hasta el 30 de septiembre de 1789 no le da contestación la Orden Franciscana. . Queda al cargo del Marqués de Casa Tavares el altar y Santo como ex El acuerdo tomado dice así: “Concluida la capilla en lo tocante a albañilería, por parte de la comunidad, con las sepulturas sin alisar, con las lozas en todo su ámbito presa. Para que pueda colocar la efigie del Patriarca señor San José, y también bóveda para su sepultura y sus sucesores. Siendo condición que nunca se ponga rejas en alguno de los tres arcos, debiendo guardar uniformidad con las demás capillas. Es la que está al lado del de la Epístola, frente al Sagrario. Se pondrá el escudo dentro de ella, sobre el arco que mejor acomode. En fe de lo cual, el R. Definitorio podrá dar su decreto para formalizar la escritura de donación. Isla de León a 30 de septiembre de 1789. Fray Diego de León.” Hubo que esperar seis años para la escritura de donación a favor del marqués de Casa Tavares, el 5 de junio de 1790. (RG.M. Diciembre de 1998. pg. 994- Miscelánea 24.996 de A.M.C.M.) La iglesia permanecería como hospicio y parroquia castrense, dedicada a Nuestra Señora de los Remedios durante el siglo XIX. En seguida comenzaron los cultos, siendo su primer párroco castrense el R.P. fray Manuel Delgado, presidente del Hospicio, que falleció el 25 de septiembre de 1821 de 81 años. Gran devoto de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, promovió el culto al Señor Crucificado y con las limosnas que obtuvo entre los bienhechores encargó, en 1788, una imagen al maestro escultor de Mascarones del arsenal de la Carraca, don José Tomás de Cirartegui y Saralegui. Un grupo de devotos, en su mayoría marinos, comienzan a rendir culto a la dicha imagen del Señor Crucificado y queriendo perpetuar su devoción se constituyen en Hermandad, titulada del Santísimo Cristo de la Expiración, aprobándose sus constituciones en 23 de febrero de 1792. Fue su primer prioste el jefe de escuadra don Pedro de Cárdenas. La comunidad franciscana entrega una imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de autor desconocido, y se instala en su capilla al lado de la Epístola, sobre una mesa de altar. Las funciones y obligaciones de los Capellanes de la Armada se fijaron por primera vez en las Ordenanzas de 1793. Con pequeñas modificaciones se mantuvo en vigor hasta la R.O. de 31 de agosto de 1825 que suprimió el Cuerpo Eclesiástico.
La Iglesia: descripción. La iglesia, primitivamente tenía su fachada dando frente al oeste, y su espadaña trasera al norte. Antonio Ponz dice en 1791 “ La Iglesia de san Francisco, que está a medio construir, sería muy acertado no seguirla sobre la disforme idea que se ha comenzado ” (“Viaje de España” (1771-1791) Carta Sexta.-75. Tomo XVII. Madrid MDCCXCII) Posteriormente se agrandó buscando el rasante con el “camino real” y la entrada trasera quedó como entrada principal por la calle Real. El Ayuntamiento ya en 1774 incoó expediente para la urbanización del Camino Real; en 1778 se procedió a su recomposición y empedrado y en 1779 se alineó dicho camino desde el arrecife hasta el puente de Suazo. La fachada de la iglesia es de un solo cuerpo, de sencilla ornamentación y pocos elementos decorativos; la puerta de entrada es dintelada, flanqueada por cuatro pilastras toscanas de un solo cuerpo con frontón semicircular- en su interior un escudo en mármol, alusivo a su condición de Basílica Vaticana y se remata con espadaña ondulada que da movimiento al conjunto. Su planta es de cruz latina, con tres naves, la central de mayor altura, con pilares cruciformes como soporte. Llevan pilastras adosadas con capiteles resaltados así como la cornisa; la bóveda central de cañón con arcos fajones y el crucero se cubre con cúpula sobre pechinas. La capilla del baptisterio con su pila bautismal, de mármol blanco en su centro y un altar dedicado a san Juan Bautista. En ella recibió las aguas el Beato cardenal Marcelo Spínola. El 15 de enero de 1984 se descubrió una lápida en dicho baptisterio conmemorando dicho bautizo. Había nacido el 14 de enero de 1835. A la entrada de la iglesia dos pilas de agua bendita, de pié, de mármol negro. La primitiva puerta de entrada estaba debajo del coro y posteriormente se trasladó a su emplazamiento actual para darle mayor cabida a la iglesia. Enterramientos La iglesia castrense, siguiendo la costumbre de la época, fue lugar de enterramientos de personas de relieve y militares, en bóvedas o panteones familiares. Y aunque la Real Cedula de 3 de abril de 1787 prohibía los cementerios parroquiales, el 16 de enero de 1795 recibió sepultura el jefe de escuadra don Vicente Tofiño, habiendo constancia que en dicho acto estuvo presente su hijastro, el teniente de navío don Julián Ortiz Canelas. El 6 de julio de ese año, recibió sepultura el teniente general don Antonio de Ulloa, capitán general del Departamento, fallecido el día anterior. Su lápida estuvo al término de la nave central muchos años y cuando en 1995, con motivo de su bicentenario, se intentó trasladar sus restos al Panteón de Marinos Ilustres, no aparecieron, trasladando sólo la lápida a la Escuela de Suboficiales. También recibió sepultura en este templo el capitán general don Luis de Córdova, fallecido en esta Real Isla de León el 29 de julio de 1796, trasladado al Panteón de Marinos Ilustres posteriormente. Y así mismo los capitanes de fragata don José de San Martín y José de Villafranca. Con ocasión de la primera epidemia de fiebre amarilla de 1800 se realizaron inhumaciones en el camposanto de la iglesia. Los enterramientos continuaron probablemente hasta 1803. Desde 1804 se llevaron a cabo en el depósito común de Casa Alta. Al abrirse la nueva calle, paralela a la iglesia aparecieron muchos enterramientos. Vicisitudes En 1810, durante la guerra de la Independencia estuvo ocupada por el regimiento de Voluntarios de la Patria, leales a Fernando VII. .La iglesia, al principio, se mantenía con las limosnas del personal de la Armada, y con los fondos del sufragio por los difuntos. Los religiosos franciscanos atendieron al servicio eclesiástico naval y al hospicio, durante la primera mitad del siglo XIX. En Cabildo del Ayuntamiento de 20 de junio de 1821 se acuerda la expulsión de los religiosos de los Conventos de san Francisco y de la Compañía de María. Sí conocemos que algunos se secularizaron, por las Constituyentes de 1821, sirviendo en la Iglesia parroquial en los destinos y encargos siguientes: Don Tomás Balbas, cura teniente; don Joseph Hidalgo, mayordomo de Fabrica y sacristán mayor; don Joseph de Cuenca, sacristán, don Juan Ortiz, sochantre; don Joseph Carrillo, colector de animas; don Francisco Furrá, vestuarios y don Manuel Gómez y don Antonio del Pozo. Por Real Orden de 1822 se suprimió la parroquia castrense de Cádiz y declaró serlo la de esta ciudad. En 5 de enero de 1824 vuelve la parroquia castrense a los Franciscanos, siendo su presidente fray Antonio Núñez; cura castrense Fray Tomás Balbas y componen la Comunidad los PP. fray José Fígaro, fray Francisco Fernandez, fray Ramón Xiner, y Fray Francisco Olmedo, religioso lego. Para la sacristía los Hermanos Domingo Pascual, Francisco Muñoz, y Tomás de Ocaña y organista Francisco de la Torre. El 19 de abril de 1824 siendo como la hora de las seis de la tarde por el Sr. Teniente Vicario acompañado de varios curas dio posesión del Curato Castrense a don Juan Cantari Vázquez, que era interino Al suspenderse, por las leyes desamortizadoras de Álvarez de Mendizábal la actividad de las órdenes religiosas en 1836, se marcharon los franciscanos. El 7 de enero de 1837 tomó posesión como párroco interino el cartagenero don José Garnica Hernández, cura propio por S.M., que falleció el 22 de febrero de 1842, de 57 años. La Hacienda se incautó de los bienes y se vendió la huerta a particulares y el edificio del convento. Pero al intentar incautarse de los bienes parroquiales la Marina hizo valer sus derechos. En 28 de febrero de 1839, los alarifes del público don Pedro Quintana y don Miguel Pérez, levantaron acta de la visita realizada al Convento el 14 del mismo mes por el Alcalde 1º don Manuel Rodríguez de Alburquerque; administrador de Rentas, don José Cheriguini; administrador de Correos don Juan López Ayllón y contador de Marina don Juan Antonio de Ory para de acuerdo por lo ordenado por el Intendente de la Provincia, reconocer el suprimido Convento de san Francisco y dedicar sus dependencias a diferentes servicios. Así la Escuela Pía para Secretaría de la Comandancia general del Departamento; refectorio, para Academia de Pilotos; piso bajo para Administración de Rentas; piso alto para Administración de Salinas y la suprimida comisión de Liquidación de atrasos de provisiones de Marina. Se redactó presupuesto de obras por 49.476 reales, pero no llegó a realizarse el proyecto quizá por el poco apoyo de la Marina. Por RD. de 8 de agosto de 1848, siendo ministro de Marina el marqués de Molins, se restablece el Servicio Eclesiástico, que había sido disuelto por RO. de 31 de agosto de1825, y se dictan reglas para el culto y régimen interior de las parroquias castrenses de los Departamentos. En la parte del antiguo Hospicio existió una Escuela Pública de niñas, inaugurada el 9 de agosto de 1852, gracias a los desvelos del alcalde don José María de la Herrán. Con ocasión del movimiento cantonal desde los días 22 de julio al 5 de agosto de 1873 la iglesia sufrió los efectos de la situación. Fue habilitada para cuartel de Milicias, profanada y sus altares convertidos en camas y mesas de juegos, las pilas de agua bendita sirvieron como abrevaderos de los caballos…. (RG.M. junio de 1995. Miscelánea núm. 24143. “Cantón” pg. 721. de J. Mª B.) Terminada la sublevación la Marina corrió con su reparación, se pavimentó con losas de mármol, que todavía existen; se adecuó la cornisa para la colocación del cuadro de la Inmaculada; se reconstruyeron los altares y se hizo el púlpito. Púlpito El púlpito, todo de caoba, se hizo copiando el de mármol del convento del Carmen y situado donde antes se cantaba el Evangelio en el antiguo Altar Mayo. Fue construido en 1877 siendo capitán general del Departamento don Ramón María de Pery Ravé, por José Pavón y su nombre aparece en la espiga de la figura de la Fe que remata el tornavoz. Transcribimos su partida de casamiento de la Iglesia Mayor, Libro de Matrimonios 14- folio 273v. “En la ciudad de San Fernando, Provincia de Cádiz, en cinco de Noviembre de mil ochocientos treinta y ocho. Yo D n Fernando de Rivera, Cura Teniente de la Iglesia Parroquial de San Pedro de ella, correspondiente al Obispado de Cádiz, desposé y casé p r palabras de presente, q e hacen verdadero y legítimo matrimonio, y dí las bendiciones nupciales según el ritual Romano a José Pabón, natural y vecino de esta Ciudad, de 26 años de edad, de oficio carpintero, hijo de Manuel Pabón, natural de Valverde del Camino, en el Condado de Niebla, de oficio carpintero, y de Antonia Yáñez, natural de esta ciudad, con Francisca Díaz, natural y vecina de esta ciudad, de estado soltera, de veinte años de edad, hija de Antonio Díaz, natural de Menferri, en el Reino de Valencia, de oficio albañil y de Josefa Coll, natural de esta ciudad, habiendo precedido las tres moniciones q e previene el Santo Concilio de Trento, ecsamen de la Doctrina cristiana, confesión, comunión y todos los demás requisitos requeridos para la validez y legitimidad de este contrato sacramental, siendo testigos el espresado Manuel Pabón, padre del contrayente y D n Andrés Canosa, natural de esta ciudad y Ministro de esta iglesia. Y p r ser verdad, firmo la presente en San Fernando, fecha ut supra. Fernando de Rivera (rubricado) El 5 de abril de 1878 se aprobó el reglamento del Cuerpo Eclesiástico, que permaneció vigente hasta 1931. En 1887 la Marina intentó recuperar los antiguos edificios y huerta, anejos a la Iglesia en manos de particulares, entablando pleito, con resultado negativo. La parroquia castrense del Departamento estuvo bajo la advocación de Ntra. Sra. de los Remedios, como reseñamos anteriormente. De la “Guía Rosety” de 1892 tomamos los datos siguientes: Cura Párroco del Dpto. don Perfecto Verde; teniente cura don Ramón Yebra; sacristán don Francisco Rolando y Cárcel; maestro de capilla y organista don Francisco Carrillo y Herrero y sochantre don Francisco Pandelo González. Imagen de la Virgen del Carmen
“En julio de 1909 por iniciativa del comandante general del Apostadero Excmo. Señor don Enrique Santaló y Sáenz de Tejada se adquirió una nueva imagen de la Virgen del Carmen por el Bazar Europa, de Cádiz, en la fábrica de imágenes de Olot (Cataluña). Recibida el día 9, estuvo expuesta en dicho Bazar. De tamaño natural y de cartón piedra, una verdadera preciosidad artística. Será bendecida por el teniente vicario castrense el mismo día de la función, antes de empezar ésta y con asistencia de todas las comisiones de Marina, el día 16.” (“ Diario de Cádiz”, 10 de julio de 1909). Vía Crucis “ Adquisición valiosa ” El celo y amor religioso que tanto distingue al señor Cura Párroco del Apostadero don Francisco Antigas Fernandez le ha llevado a realizar una adquisición importantísima en beneficio de nuestra castrense, adquisición que merecerá los aplausos entusiastas de los fieles cuando el próximo domingo tengan ocasión de admirarla. Ha sido adquirido un magnífico Vía-Crucis confeccionado en los acreditados talleres de la casa Claudio Rius, de Barcelona y realmente que si estos talleres no tuvieran excelentemente cimentada su fama, bastaría la observación de cualquiera de los catorce excelentes cuadros de que consta el Vía-Crucis para labrarle una sólida reputación.
Cada una de las escenas de la Pasión de Ntro. Señor Jesucristo constituyen un soberbio alto relieve de impecable composición y una finura en las esculturas que permiten apreciar no ya las actitudes, sino hasta las expresiones de los personajes que simbolizan. La confección está realizada en una amalgama símil madera amarfilada que proporciona al conjunto la idea de estar esculpida a buril sobre una gigantesca placa de marfil, pues, mide cada uno un metro por cincuenta centímetros . Serán erigidos los 14 altos relieves sobre los frontispicios del interior del templo en la tarde del domingo, revistiendo el acto de la solemnidad necesaria, a cuyo objeto a las cuatro de su tarde el elocuente religioso capuchino Fray Gregorio Beire, bendecirá el Vía-Crucis y pronunciará con tal motivo una de sus brillantes pláticas.
A tan solemne acto asistirán todos los capellanes castrenses del Apostadero y representación del clero Parroquial diocesano. Seguramente la Parroquia castrense se verá concurridísima en dicho día, pues, existe un inmenso interés en los fieles por admirar las nuevas joyas religiosas que forman los 14 cuadros esculturales, por cuya compra ya recibe infinidad de felicitaciones el mencionado Párroco señor Antigas a quién el redactor que estas líneas escribe une la suya muy entusiasta, pues, realmente son verdaderas miniaturas cada una de las numerosa figuras que se destacan en los bajos relieves ” ( “Heraldo de San Fernando” viernes 8 de marzo de 1918, num. 843 pg.1). “En San Francisco ” En la Parroquia Castrense verificose a las cuatro de la tarde de ayer, la solemne ceremonia de erigir en dicho templo el Vía-Crucis adquirido recientemente y del que dimos amplia información en nuestro número el pasado viernes. Empezó el acto rezando el santo rosario el teniente cura señor Blanco y terminado dicho rezo salió al altar mayor revestido de capa pluvial el R.P. capuchino Fray Gregorio Beire, acompañado de numeroso clero. Entonado el “Veni Creator” por el referido religioso bendijo éste las cruces y los cuadros del Vía-Crucis que se hallaban colocados en el presbiterio. Seguidamente el R.P. Fray Gregorio, pronunció una elocuentísima plática alusiva al acto que se celebraba, procediéndose acto continuo a la colocación de los cuadros en los respectivos sitios que habían de ocupar en el templo, practicándose durante dicha operación el piadoso ejercicio del Vía-Crucis, con lo que terminó tan solemne ceremonia a las cinco y media. Durante el rezo de las estaciones la capilla de música entonó el “Vexilla Regis” y el “Perdón, Oh Dios mío” Asistió todo el clero castrense, representación del diocesano y extraordinario número de fieles”. (“Heraldo de San Fernando”, 11 de marzo de 1918, num. 845. pg. 2). Iglesia Vaticana En 18 de abril de 1926 siendo Romano Pontífice S.S. Pío XI, a petición del Excmo. Sr. Patriarca de la Indias y Vicario general castrense don Francisco Muñoz Izquierdo se le concede el “privilegio” de iglesia agregada a la Basílica Vaticana, concediéndole gracias e indulgencias. Por una Real Orden de 10 de julio se autoriza la colocación de las Armas Pontificias en la fachada, retirando el anterior escudo de mármol blanco, hoy en el Museo Naval. Es un escudo cortado y medio partido, en su primer cuartel tiene la mitra y el báculo; en el segundo el distintivo de la orden de los dominicos y en el tercero el de la orden franciscana; al timbre el capelo y los seis borlones.( Puede que se refiera a Fray Tomás del Valle, obispo de Cádiz, dominico y Vicario General castrense) “Con motivo de la agregación de esta Parroquia a la Basílica de San Pedro de Roma, todas las personas que visitaren debidamente dispuestas los siete altares designados, desde las doce del dic 24 hasta la noche del 25 actual festividad del apóstol Santiago ganan las mismas indulgencias que visitando la Basílica Vaticana” (“Heraldo de San Fernando” de 24 de julio de 1926). Escudo Pontificio “De R.O. ha sido autorizada la colocación de las Armas Pontificias en la fachada de la parroquia castrense de este Departamento, toda vez que Su Santidad Pío XI se ha dignado conceder a dicha iglesia el privilegio excepcional de agregarla a la Basílica de San Pedro de Roma. Parroquia Pontificia Castrense de San Francisco “Todos los fieles que confesados y comulgados visitaren devotamente esta Santa Iglesia Pontificia desde las 12 del día 1º de Agosto hasta la noche del día siguiente, pueden ganar las indulgencias de la Porciúncula rogando a Dios por la exaltación de Nuestra Santa Fe Católica y demás fines piadosos de la Iglesia. Los días 1 y 2 estará el Jubileo en esta parroquia.” (“Heraldo de San Fernando”, jueves 29 de julio de 1926). Nuevo altar del Sagrario Durante los días 27 y 28 de febrero y 1º de marzo de 1929 se celebró solemne Triduo con motivo de la restauración del templo, inauguración del Sagrario y consagración de la parroquia al Sagrado Corazón de Jesús. “Con motivo de haberse terminado las obras que venían realizándose en la Parroquia Castrense, se celebrará para inaugurar el nuevo Altar Sagrario solemne Triduo que empezará a las seis y treinta de la mañana. Predicará la primera tarde el Párroco del Sagrario de Cádiz D. Buenaventura García González, la segunda el canónigo D. Francisco Serrano Cid y la tercera el capellán de la Armada Dr. D. José Llauradó. La última tarde habrá procesión solemne por las naves del templo y dará la Bendición Sacramental el Excmo. Sr. Obispo de la diócesis Dr. D. Manuel López Criado” (“ Heraldo de San Fernando” 26 de febrero 1929) En la página 277 de la “Guía–Anuario” de 1930 aparece una fotografía del nuevo Altar Mayor, que preside la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, probablemente procedente de la capilla del Auditor. Imagen del Sagrado Corazón de Jesús “En el salón de recibo de los RR. PP. Misioneros del Corazón de María se expone una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, de cartón-piedra y 1 metro de altura, de Olot (Barcelona) para la capilla de Ntra. Sra. de la Asunción.
Está en armonía con la imagen del Inmaculado Corazón de María, adquirida con anterioridad. Será bendecida hoy día 29 de junio, festividad de S. Pedro y S. Pablo a las nueve de la mañana, con misa solemne, cantando los niños que dirigen los virtuosos Hermanos de la Doctrina ” (“La Correspondencia de San Fernando” 29 de junio de 1919). La imagen del Inmaculado Corazón de María, patrona de los PP. Claretianos, quienes no pudiendo atender la capilla desde 1950, pasó en febrero de 1952 a la parroquia castrense, colocándose en una repisa, lado de la epístola, en el altar mayor (Ver foto boda de Loli). Posteriormente pasó a la Parroquia de san José Artesano, siendo restaurada por Boro, donde recibe culto actualmente. En San Francisco “Terminó anoche en la parroquia castrense del Departamento el solemne triduo que venía celebrándose con motivo de la terminación de las obras que se han efectuado en dicho templo así como también para inaugurar el nuevo altar del Sagrario . Han predicado en los expresados cultos haciendo gala de su erudición y elocuencia el párroco de Santa Cruz de Cádiz don Buenaventura Garcia González, el canónigo de la Catedral gaditana don Francisco Serrano Cid y el capellán de la Armada don José Llauradó. La parte musical ha estado a cargo de distinguidas señoritas, y anoche como final del triduo lució el hermoso templo extraordinaria iluminación eléctrica que daba a la parroquia hermoso golpe de vista. Se hizo la consagración del templo al Sagrado Corazón de Jesús y seguidamente se organizó la procesión para trasladar S. D. M. al nuevo Sagrario siendo portador del Santísimo el Excmo. señor obispo de la diócesis doctor don Marcial López Criado. En la procesión figuraban todo el clero castrense, del diocesano los señores arcipreste don Antonio Macías Liñan y los presbíteros señores Sánchez Rodríguez, Cano Gay, González de la Torre y Franzón, así mismo concurrían los Religiosos PP. Carmelitas de este Convento, el canónigo Serrano Cid, el párroco de Cádiz señor García ( don Ventura) y el padre González Ballesteros. Era portador del lábaro el capitán general del departamento Excmo. Señor don Eliseo Sanchíz y llevaban las varas del palio el alcalde Excmo. Señor don Daniel González, los generales señores Expósito, Jiménez García, García Reyes y Dueñas y el jefe de Estado Mayor del Departamento señor Fernández Piña. Figuraban en la procesión llevando cirios numerosas señoras y señoritas . Próximamente a las 8 terminaron los cultos a los que concurrieron todas las noches extraordinario número de fieles que han hecho merecidísimos elogios de la suntuosidad de los mismos, así como la suntuosidad de los cultos. (“Heraldo de San Fernando” sábado 2 de marzo de 1929 núm. 3544 pg. 2 y 3). La jurisdicción castrense se ejerció hasta el advenimiento de la República. En 1931 se suprimieron los Cuerpos Eclesiásticos castrenses. El 2 de agosto de 1932 se decreta que los objetos de culto procedentes de las capillas del Departamento (arsenal de La Carraca, Penal de la Casería, Escuela Naval, Escuela de Condestables, Infantería de Marina, Hospital de San Carlos, Capitanía General) y buques de la Armada fuesen enviados al Obispado de Cádiz y el Archivo eclesiástico remitido al Ministerio de Marina. Gracias a la intervención del Capellán Mayor don Recaredo García Sabater, que utilizando subterfugios no cumplimentó la orden, pasaron algunos objetos de culto a la iglesia de san Francisco. Nombrado Obispo de Cádiz y Algeciras y Administrador de Ceuta don Ramón Pérez Rodríguez en abril de 1933 que era Prior de las Ordenes Militares y Patriarca de las Indias, erigió a la Iglesia de san Francisco en Parroquia Diocesana, con jurisdicción territorial e incluyendo en ella a las dependencias de Marina del Departamento, exceptuando a la Capitanía General, que por su proximidad quedó bajo la jurisdicción de la Iglesia Mayor. El 12 (el 13) de diciembre de 1933, por decreto del Obispado, la ciudad quedó dividida en dos parroquias diocesanas: “san Pedro y san Pablo” y “san Francisco”. En 1934 se arregló la capilla del Sagrario, por tercera vez, colocándose al año siguiente el cuadro de la Eucaristía, copia del original de Tiépolo existente en el Museo del Prado, obra del pintor isleño Ángel Cousillas, hoy propiedad de la familia Sevillano. Se organizan los Catecismos parroquiales y a las diez de la mañana se celebra la Misa cantada, Pro Pópulo, con los alumnos del Colegio de La Salle. Y se construyeron 24 bancos grandes y 34 pequeños. En 1935 el antiguo Almacén se transforma en Salón Parroquial y comienza la construcción de la capilla para el Cristo Yacente, obra de Antonio Velázquez Pedemonte, en la gruta de la Virgen de Lourdes. Como curiosidad señalar que se arregló la instalación eléctrica de las capillas de santa Bárbara y de san José con línea bajo plomo, por el lateral izquierdo de la Iglesia. (El gobierno de la República pretendía cerrar la iglesia por no ofrecer garantías dicha instalación eléctrica. A finales de año se encarga a un Hermano de la Doctrina Cristiana el pintado de dos lunetas, con escenas eucarísticas, para la capilla del Sagrario, colocadas en la Semana Santa del siguiente año. Los “Hermanitos” se despidieron el 3 de septiembre de 1933, continuando ejerciendo en el colegio como “civiles.” En esta año de 1935 se restablece el culto en la Iglesia del Arsenal de la Carraca. La capilla del Hospital de Marina estaba destinada como Clínica electro- terapéutica, proponiéndose como Biblioteca separándole altar mediante mampara con el fin de poderla dedicar a su fin más adelante. Las capillas de Infantería de Marina y la de la Escuela de Condestables fueron clausuradas y retirados los objetos de culto. Se abrieron a partir del 18 de julio de 1936. En la tarde del Viernes Santo de 1936 se inauguró la Capilla del Cristo Yacente. El Sermón de las Siete Palabras estuvo a cargo del Pbro. don Victorino García Sabater, con procesión claustral, concurriendo gran cantidad de fieles. “ Ceremonia religiosa en san Francisco” “El Cristo Yacente de nuestro paisano Velázquez Pedemonte El viernes Santo tuvo lugar en la Parroquia de san Francisco una brillante ceremonia religiosa que culminó con el traslado del Cristo Yacente, notabilísima e inspirada obra escultórica del malogrado paisano Velázquez Pedemonte, a la nueva capilla-sepultura que ha sido levantada a la izquierda del altar del Cristo de Limpias que se venera en dicha iglesia. Después de los cultos propios del día, la imagen del Cristo Yacente que se hallaba en un lugar provisional de dicha Parroquia, fue trasladada ante la mas honda emoción religiosa de los fieles que materialmente llenaban la naves del templo por los sacerdotes Anelo, Lucas, Marrufo y de la Campa, siendo depositado sobre dicho sepulcro, que es todo de mármol blanco, sobre el que destacan en letras doradas las Siete Palabras, en castellano. Sería imperdonable que al hablar de esta solemne ceremonia olvidáramos el nombre de la distinguida señorita Josefa Allely, quien llevando a cabo una constante y callada labor, logró personalmente recoger de limosna todas las pesetas que han sido necesarias para realizar la instalación de dicha capilla-sepulcro, bajo cuya inteligente dirección artística ha sido levantada. No se le podía ocultar por tanto la emoción en tales momentos a la señorita Allely que veía realizada su aspiración de devota fervorosa de hallar para este Cristo Yacente el trono definitivo que no pudo encontrar en las iglesias que le tuvieron. Después todos los fieles desfilaron ante el nuevo sepulcro para besar la imagen. Una ceremonia religiosa realmente inolvidable que pudo ser posible gracias a tan elogiable prueba de ferviente catolicismo llevada a cabo por dicha Señorita que recibió multitud de parabienes y felicitaciones”. (“ La Correspondencia de San Fernando”, lunes 13 de abril de 1936) El piso alto, en 1934, utilizado como habitaciones del Sr. Párroco, fue enlosado. En 1936 se arregló el piso del Coadjutor y se construyeron comedor y cocina, dividiendo con tabiques la antigua Tenencia Vicaría. Se arregló el despacho parroquial, dividiéndolo en dos partes y se acometieron importantes obras y mejoras en todo el Recinto. Actividades Parroquiales Parroquia Pontificia Castrense de San Francisco “Durante el santo tiempo de cuaresma se celebraran los siguientes cultos al toque de oraciones: Los lunes y sábados: lectura espiritual. Martes y jueves: Vía-crucis. Miércoles y viernes: sermón a cargo del señor cura de esta parroquia y terminado se cantará el Miserere. Los domingos en la misa mayor: explicación del evangelio . Los domingos de Cuaresma y de Pasión, se ganan visitando esta parroquia tantas indulgencias estacionales cuantas ganan los que visiten la basílica Vaticana” (“Heraldo de San Fernando” 1º de marzo de 1927) Los sacerdotes de san Francisco durante los primeros días de la guerra civil fueron los encargados de asistir a los condenados a muerte, siendo asistidos por las señoras de la Sociedad de san Vicente Paúl. En 1934 se organizó la Sociedad de Señoras de san Vicente de Paúl (Conferencias solo se aplica a los hombres. Ver Art. 1 del reglamento.) En 1941 fue colocado en su hornacina, titular de la Iglesia, san Francisco de Asís, tras el traslado de la Inmaculada, traída de Cuba, que tiene sitio en el de la Milagrosa. En 1941 la Hermandad de la Expiración, reforma sus Estatutos y comienza nuevos cultos después de varios años sin actividad. En febrero de 1943 hubo la epidemia del “piojo del cuerpo” (llamada del “piojo Verde,”) parásito que transmite el tifus exantemático. Las señoras de las Conferencias de san Vicente, en 48 horas organizaron un hospital de campaña con 70 camas para atender a los enfermos, encargándose de su atención. Dos meses mas tarde pasaron el encargo a las Monjas carmelitas. En 1943 se funda la Hermandad de la Caridad, procesionando el Martes Santo. El autor de las imágenes es Antonio Bey y el paso fue construido en la S.E. de C.N. Se celebran los cultos en su altar, primero de la nave del evangelio, donde recibía culto Ntra. Sra. de las Angustias. Este año de 1943 se bendice el nuevo altar de la Cofradía de la Expiración, en el mismo lugar que ocupaba desde su creación. En 1944 se eleva presupuesto de obras por 3000 pesetas, aprobándose al siguiente año. En 1945 se reorganiza la Acción Católica en sus dos ramas de Hombres y Mujeres, se crea la Junta Parroquial, el Secretariado de Caridad y se abre la Escuelita Hogar. En 1946 se terminan las obras de la Sacristía, quedando en mal estado por lo que fueron rehechas por el P. Recaredo con un coste de7458, 45 pesetas. En 1950 las hermanas de D. Recaredo, donaron a las señoras de san Vicente el piso bajo anexo a la Parroquia. El 1 de marzo de 1950, mediante acuerdo, se establece juntamente con la jurisdicción castrense la diocesana. En este año se firmó y ratificó el Convenio entre la Santa Sede y el Estado español. De 11 de enero a 15 de julio de 1951 se construyeron 24 viviendas “Barriada de la Coronación” en la calle san Marcos, con motivo de la Coronación de la Virgen del Carmen por un valor de 863890,79 pesetas. En 1953 se arregló el altar de san Francisco y se construyó una hornacina para la Virgen de Fátima. Se construyeron 40 bancos para la catequesis de niños. Se organizó la catequesis en la Barriada de la Coronación. En 1954 se arreglaron tejados de la Iglesia y se realizaron obras por 2100 pesetas. En 1955 se arregló el muro del salón que da a la huerta y se levantó parte del tejado importando19000 pesetas. El arreglo del sagrario y altar 9000 pesetas. En 1956 se creó el Apostolado de la Vivienda, construyéndose a cargo de la Parroquia cinco casitas en “Villalata” y reparando otras por valor de 50000 pesetas, entregándose mas tarde el grupo “Buen Pastor”. (Apuntes sacados de la “Historia de la Ciudad de San Fernando” de Francisco Montes Aguilera). Don Recaredo García Sabater ejerció durante más de treinta años las dos funciones castrense y diocesana con tacto y dedicación admirable. El ayuntamiento de San Fernando en Cabildo de 17 de marzo de 1960 lo nombró Hijo Adoptivo y Predilecto, haciéndole entrega del nombramiento el alcalde don Francisco García Ráez el 5 de junio de dicho año, en su despacho. Restablecida la jurisdicción castrense después de la guerra civil, tras múltiples gestiones, hasta el 24 de marzo de 1960 no fue devuelta la iglesia a la Armada y por convenio entre el Vicario General Castrense y el Obispo de Cádiz don Antonio Añoveros Ataún, se acordó que la jurisdicción castrense y diocesana ejercieran sus funciones en la Iglesia de san Francisco, por diez años, renovables por otros diez, sino mediaba petición en contra por algunas de las partes. En 1966 se firmó nuevo convenio, para evitar duplicidad de párrocos, por el que se establecía que el párroco castrense se haría cargo de la jurisdicción diocesana, con una duración, con carácter experimental, de cinco años, prorrogable a voluntad de ambas partes. Gran Reforma De mayo a agosto de 1966 se llevó a cabo una gran reforma y remodelación de la Iglesia adaptándose a las normas conciliares. Las obras se llevaron a cabo por Obras Civiles de la Empresa Nacional Bazán, bajo la dirección del Ingeniero jefe don José Montero de Lora. Era teniente vicario del Departamento don Santiago Megido y párroco don Agustín Delgado, que se encargaron de la dirección religiosa. ¿En qué consistió la reforma? De acuerdo con las directrices del reciente Concilio Vaticano II se dio realce a la nave central con el Altar Mayor, a la nave del Sagrario y al Baptisterio. Se suprimieron todos los altares existentes y las imágenes, restauradas, se colocaron en repisas de mármol; permanecieron aquellas de talla de cierto valor y antigüedad. Las de vestir y otras que formaban parte de los altares pasaron al trastero. En la nave central se adelantó el presbiterio hasta las dos primeras columnas; se suprimió el templete del Corazón de Jesús, sillería del coro y las barandas del comulgatorio. Sobre la mesa de altar, de mármol negro, bajo la cúpula, se colgó un crucificado de talla de 1,80 m. En el altar se colocó una placa con la inscripción: “por la Marina, por la Iglesia, por el mundo, orantes y oferentes”. “Dicionis Maritimae Generali Praefecto Excmo. Indalecio Núñez Iglesias sempiternae gratitudines votum consecrat. Consagrada 13-3-1966”. El 22 de junio se desmontó la “Inmaculada” de Maella para su restauración, colocándose, después sin el penacho, al fondo de la nave central. Se abrió una puerta en el antiguo coro para, en su día, dar salida a la futura calle san Francisco. En la nave de la epístola, se suprimió el altar neogótico de madera de la Virgen del Carmen y se revistió de mármol la pared frontal y sobre una repisa se colocó la Patrona. Sobre un sencillo pedestal de mármol con el anagrama de Cristo y frases alusivas a la Eucaristía, se puso el Sagrario y delante un sencillo altar de mármol blanco. También se suprimieron las rejas del recinto, las lunetas con escenas eucarísticas y la copia de Tiépolo. Donde estuvo el altar de san José se colocó el cuadro de Maella de”san Carlos de Borromeo” y debajo un confesionario. En las obras, se descubrió en este lugar la primitiva puerta de entrada a la Iglesia, deshaciendo la teoría de que la primitiva entrada a la iglesia era al fondo del altar mayor. En donde estaba el altar de la Expiración, se colocó el Sagrado Corazón de Jesús del altar mayor y en el lugar que ocupaba el altar de santa Bárbara, la Inmaculada. El baptisterio se remozó, se suprimió el altar de san Juan Bautista, quedando sobre repisa. En la nave del evangelio, el fondo de ella fue ocupado por el Cristo de la Expiración. Se cerró la puerta de la sacristía, abriendo otra al salón y encima de ella sobre repisa se puso a santa Bárbara como Inmaculada. (Anteriormente estuvo la Virgen de las Angustias). Se suprimió el altar de Ntra. Sra. de los Remedios y se colocó el cuadro de Maella de “san Fernando”. Y debajo un confesionario. Se suprimió, también, el altar barroco, dorado, del Cristo de la Agonía y sobre repisa se colocó la Inmaculada de la Habana y otro confesionario. Suprimido el altar de san Juan Nepomuceno, sobre repisa se colocó la Virgen de la Caridad, y desaparecieron todas las capillitas que existían intercolumnios (María Auxiliadora, Milagrosa, Virgen de Fátima y Medinaceli). Se conservaron tres grandes lámparas, una en el ábside y dos que lucen en las naves laterales. Se instaló luz indirecta en toda la iglesia, colocándose 18 hachones de hierro forjado en las columnas. Y se colocaron en los altos ventanales, policromas vidrieras con los distintivos de los diversos Cuerpos de la Armada. Y dos en el centro, una de la Virgen del Carmen y otra de san Francisco. Durante las obras los cultos se celebraron en la capilla del Hospital de san José. El 15 de agosto a las once de la mañana se volvió a abrir al culto. Con solemne función religiosa presidida por el capitán general almirante Nuñez Iglesias y autoridades de la Armada (VA don Joaquín Cervera, jefe del arsenal, general jefe del Grupo Especial don Fernando de la Cruz, y CA don Andrés de Benito, jefe de Estado mayor) junto al alcalde de la ciudad, señor García Ráez. Un grupo coral formado por alumnos de la Milicia Naval Universitaria y marineros de la Escuela de Suboficiales interpretó las oraciones marineras. Al final de la ceremonia, en el salón parroquial se sirvió una copa para autoridades y personal técnico que tomó parte en las obras. (Ver “Diario de Cádiz”, de 16 de agosto de 1966). La última remodelación del Sagrario tuvo lugar siendo párroco don José Barreiro Esmoris (1987-1989). Se restauraron los Ángeles lampareros del antiguo altar mayor y se colocaron en dicho lugar. Se construyó un banco de altar de azulejería sevillana, sustituyendo a la sencilla mesa de altar y sobre el altar se puso el Sagrario de plata, restaurado en profundidad en 1988 en los talleres Díaz Romero e Hijos, de Córdoba y hornacinas para la Virgen del Carmen y san José. (que dejó libre el sitio y fue ocupado por la Inmaculada). Restaurado el antiguo “Vía Crucis” por Alfonso Berraquero, fue bendecido el 10 de marzo de 1986, sustituyendo al de hierro forjado que se colocó en 1966. La casa próxima a la iglesia, como comedor de Cáritas fue demolida en 20 de agosto de 1986, abriéndose la nueva calle. En octubre de 1986 se comienza la reparación de la cúpula, por filtraciones, colocándose una estructura metálica como refuerzo. Se bajó la lámpara del ábside para su reparación por el arsenal, permaneciendo durante largo tiempo el Baptisterio, en espera de cambiarla por otra nueva. El resultado fue que cuando se quiso reparar no estaba en condiciones y se “tiró. En 23 de marzo de 1987 terminan las obras de la nueva cúpula, que es rematada con una veleta y pararrayos. El 3 de junio de 1990 es bendecida por el párroco don Lisardo González Reinoso la imagen del Cristo de la Sangre, obra de Alfonso Berraquero. La imagen de María Santísima de los Desamparados fue bendecida el 2 de marzo de 1997. La Cofradía tiene su sede canónica en la capilla del antiguo Hospital de san José, con dependencia de la Parroquia de san Francisco. En julio de 1991 se hizo obra en techos, muros y dependencias en general. A las siete de la tarde del 4 de octubre de 1996 tuvo lugar la bendición de la imagen de san Francisco de Asís, titular de la iglesia, a cargo del párroco don Florencio Casamayor Ruiz. Dicha imagen, que se encontraba en un altillo, se rescató para el Museo Naval y fue restaurada por el escultor isleño Salvador García Piñero (“Boro”) que le hizo la mano derecha, que le faltaba y José Muñoz nueva saya. Hermandades y Cofradías en la Iglesia Castrense. * V.O.T. de Penitencia de N.P. san Francisco de Asís Vinculada a la Fraternidad de de dicha advocación, data su fundación desde el Real Hospicio en 1745, con bula pontificia, para poder salir a los entierros de los hermanos de dicha Orden. En 1821 el número de hermanos era de 120. * Hermandad de santa Bárbara. El Real Cuerpo de Artillería de la Armada la tuvo por patrona desde su fundación en 1717. Su primera Constitución data de 1756 en Cádiz. Se estableció en la Real Isla de León en 1771, en el Convento del Carmen de esta ciudad, en la segunda bóveda y arco (ocupada hoy por Ntra. Sra. de la Salud). Permaneciendo durante quince años, trasladándose posteriormente a la Parroquia castrense, en1785. En 24 de junio1872 siendo el mariscal de campo don José Rivera y Tuells, comandante general de las Brigadas de Artillería, su Hermano Mayor Protector, se refundieron la Constitución y Reglas, con aprobación del Sr. Patriarca de las Indias, concediendo 40 días de indulgencia por cada uno de los actos que practiquen los hermanos. Las Brigadas de Artillería de este Departamento poseían un grabado de Mariano Salvador Maella, grabado por Miguel Gambarino con la siguiente leyenda en una cartela: “S ta Bárbara V. y M. A Devoción del R l Cuerpo de Brigad. s de Artill. ria de Marina del Departamento de Cádiz ” *Archicofradía de María Auxiliadora. Fundada en 1922. Se le rendía culto en un pequeño altar de madera neogótico en el intercolunio cerca del púlpito. Procesión “Decididamente el próximo día 30 último domingo del mes de mayo saldrá procesionalmente de la Parroquia Castrense la venerada imagen de Maria Auxiliadora, en acto religioso que se llevará a cabo por primera vez en esta ciudad debido a la iniciativa del dignísimo párroco don Antonio Blanco Cardona que con tanta fe y entusiasmo labora por el engrandecimiento de los cultos como plenamente tiene demostrado en el tiempo que lleva rigiendo dicha parroquia. La referida procesión saldrá de san Francisco a las 6 y 30 de la tarde a fin de que pueda estar recogida a las 8 y 30 para participar en el ejercicio del mes de María. Seguirá el mismo itinerario que recorrió la procesión de la Milagrosa y se revestirá de toda solemnidad, asistiendo la banda de música de Infantería de Marina”. (“Heraldo de San Fernando” de 20 de mayo de 1926). La referida procesión salió como estaba previsto con acompañamiento de los alumnos del Liceo del Sagrado Corazón y capellanes castrenses recorriendo el siguiente itinerario: Real, Arias de Miranda, Escaño, Colón, Ramón Auñón, Muñoz Torrero, Cortes, plaza del Rey, general Valdés, Alameda, Real y regreso. (“Heraldo de San Fernando” 1 de junio de 1926, “La procesión del domingo”). Solemnes cultos se celebraron el 24 de mayo de 1929 con triduo y procesión con la imagen, siguiendo el itinerario del Corpus. (Tomado del “Heraldo” como anécdota). En enero de 1998 la Asociación de Antiguos Alumnos salesianos, coincidiendo con la festividad de san Juan Bosco, siendo párroco don Leovigildo Bermejo, se entronizó en esta iglesia una imagen de Maria Auxiliadora que recibía culto en la Iglesia de san Pablo de Cádiz y luego en la "Fundación Oviedo." Data la imagen de 24 de mayo de 1959, propiedad de doña Ana María Galván, viuda de Puelles, y mide 127 cm. *Real Archicofradía de la Corte de María Fundada en 1892. Celebraba solemne novena anual a su titular Ntra. Sra. de los Remedios en el mes de mayo. * Asociación de la Medalla Milagrosa Fue fundada en 1920 Fue su primera presidenta doña Ángela de Echevarría y Lersundi, de Quiralte. En marzo de 1923 se compró una imagen de la Virgen en el Bazar “Iris”por 551 pesetas. Se le rendía culto, desde el siguiente año, en un pequeño altar neogótico de madera en el intercolunio, cerca del Sagrario, comprándose los enseres, candelabros, credencias, manteles y se instaló la luz eléctrica. En su festividad, el 27 de noviembre se celebró la Santa Misa con sermón, repique y música. En 1925 procesionó por vez primera el 27 de noviembre, continuando en años sucesivos hasta mediados del siglo XX. (1962) * Asociación de la Corte de san José” Fundada en 1926. * Archicofradía “Jueves Eucarísticos ”. Celebró su fiesta anual con un triduo los días 25,26 y27 de junio de 1929 con solemne procesión en la Iglesia. * La Cofradía Lasaliana de Cristo Rey trasladó su sede canónica de la capilla del colegio de La Salle a esta iglesia en enero de 1998, recibiendo culto en el baptisterio. En la actualidad se le da culto al final d la capilla del Sagrario Imágenes *Nuestra Señora de los Remedios. Procedente de la primitiva comunidad franciscana. ( Ver cap.XXVI pgs. 367-377 “Hermandades….” de Fernando Mosig). *Patriarca san José Donación del marqués de Casa Tavares.
*San Francisco de Asís
*Santo Cristo de la Expiración *San Juan Bautista *Santa Bárbara Procedente de la Hermandad. Cuando se trasladó de Cádiz es probable que se trajese la talla allí existente. Lo que es cierto que al instalarse en el Convento del Carmen se hizo un retablo donde se celebraban los cultos. Este retablo se trasladó con la imagen a la iglesia castrense a la nave del Evangelio donde se le continuó dando culto por el Cuerpo de Artillería de Marina. *San Juan Nepomuceno Desde muy antiguo se veneró a este santo (1330-1393) mártir del sigilo sacramental y abogado de la buena fama, canonizado por Benedicto XIII en 1729, como patrón de la Infantería de Marina, según testimonia el marqués de la Victoria en mayo de 1758. Por RO de 18 de marzo de 1878 fue confirmado su patronazgo ,siendo ministro de Marina don Francisco de Paula Pavía y Pavía, a petición del Vicario General Castrense al Inspector de la Infantería de Marina celebrándose su festividad el 16 de mayo, con función religiosa y costeando los Regimientos y Batallones la efigie del santo. De esta época debe ser la imagen que se veneraba en esta Iglesia hasta bien entrada el siglo XX. * Inmaculada Esta imagen de la Purísima Concepción recibía culto en el Arsenal de La Habana y al perderse las colonias fue traída a bordo del cañonero “Magallanes” que mandaba el teniente de navío de primera clase, don Vicente Pérez Andujar, casado con doña Concepción Baturone Gener, formando parte una flotilla de diez unidades. Zarpó de La Habana el 28 de diciembre de 1898, fondeando en Cádiz el 5 de abril de 1899 y entregando la imagen al párroco don Perfecto Verde, por lo que fue conocida, por algún tiempo, como la “Repatriada”. “ LA REPATRIADA ” Aprovechando la pasada celebración de la festividad de la Inmaculada Concepción de María, me gustaría relatar una anécdota histórica sobre la imagen de esta advocación que se venera en la Parroquia Castrense de San Francisco. Esta imagen procede del arsenal naval de La Habana (Cuba). Cuando España perdió la guerra de 1898 contra los Estados Unidos de América y tuvo que abandonar la isla caribeña, la efigie fue sacada del arsenal habanero y embarcada en el buque de guerra “Magallanes”, del que era comandante Vicente Pérez Andújar, teniente de navío de 1ª (lo que hoy se denomina capitán de corbeta). El “Magallanes” formaba parte de la última flotilla de la Armada española que abandonó Cuba, la cual arribó al puerto de Cádiz en abril de 1899. Pérez Andújar entregó entonces la imagen de la Inmaculada cubana al párroco del Departamento Marítimo de Cádiz, con capital en San Fernando, para que fuera venerada en el templo parroquial castrense de esta localidad. Desde entonces –hace ya un siglo y una década- la imagen procedente de La Habana se venera en la Parroquia de San Francisco. Y desde entonces es conocida como “ La Repatriada ”, porque había sido devuelta a la patria. El comandante del “Magallanes”, que había tenido el honor de transportar la sagrada efigie desde Cuba hasta España, sólo vivió dos años más. Murió en 1901, de un repentino y fulminante ataque al corazón, a bordo precisamente del “Magallanes”, cuando este buque que mandaba se encontraba fondeado frente al estuario del río Muni, vía fluvial que delimitaba la entonces Guinea española del Gabón francés. Fue enterrado provisionalmente en una de las islas que se encontraban en la bahía de Corisco, a la entrada de dicho estuario: Elobey Chico. Pero los restos mortales del comandante Pérez Andújar, a diferencia de la imagen religiosa que había transportado desde Ultramar, nunca fueron repatriados, y siguen descansando –supongo- en esa isla ecuatorial africana que fuera parte de España. Vicente Pérez Andújar era mi bisabuelo materno, casado con Concepción Baturone; padres de Eugenio Pérez Baturone, mi abuelo materno. Y la historia de “ La Repatriada ” se ha contado siempre en el seno de mi familia como una anécdota memorable, que, con motivo de la festividad religiosa de la Inmaculada Concepción , he querido compartir con todos los que se detengan a leerme y gusten de las antiguas historias de la ciudad de San Fernando.
Bibliografía : BLANCA CARLIER, José María: “ La Repatriada ”, en Revista General de Marina , Marzo de 1986. GONZÁLEZ CAMOYANO, Gabriel: “Una charla muy amena sobre la Virgen Repatriada ”, en Mirador de San Fernando , Octubre de 1966. MOSIG PÉREZ, Fernando, BATURONE SANTIAGO, Manuel: Crónica de la familia Baturone ; San Fernando, 1992; pp. 234-235. QUIJANO PÁRRAGA, Joaquín: Evocación de un siglo. San Fernando en imágenes ; Publicaciones del Sur, San Fernando, 1998; pp. 147-148. VILA, José María: “Los marinos y el mar. Servidumbre y grandeza de una profesión”, en La Vanguardia , Martes 10 de Diciembre de 1968. Fernando Mosig Diciembre 2011
*Santa Cecilia. Imagen de cartón-piedra de Olot. En 1902 se fundó una Congregación teniendo por patrona a santa Cecilia, Mártir, que agrupaba a los músicos de la ciudad. *Nuestra Señora de Montserrat. El domingo 9 de mayo se celebró solemne función religiosa en honor de la Virgen de Montserrat, dirigió los cultos el digno Cura Párroco don Antonio Blanco Cardona. Para el Somatén Local “El alcalde Ilmo. Sr. don José Vázquez Delgado ha mandado adquirir en los talleres de estatuaria religiosa de los señores de Mali, en Olot (Gerona) una imagen de la Virgen de Montserrat de un metro de altura con destino a este Somatén, conforme lo ofreció hace poco tiempo. Una vez mas demuestra nuestra primera autoridad local su apoyo decidido a la Institución nacional .” (“Heraldo de San Fernando”, jueves 22 de abril de 1926 pg.3). El domingo 2 de junio de 1929 se celebró solemne función en honor de Ntra . Sra. de Montserrat, Patrona del Somatén. Se le impuso la Medalla a la Madrina de la Bandera Dª Carmen Jordán de Vázquez Delgado, con asistencia de autoridades militares y civiles y del Somatén. La Virgen estaba en un altar portátil bellamente exornado. Asistió el Comte Gral. del Somatén de la Región D. Ignacio Auñón. * Cristo Yacente A primeros de los años 30 del siglo pasado, talló una imagen de “Cristo Yacente” don Antonio Velázquez Pedemonte, torpedista de la Armada y escultor aficionado, mayordomo de la Cofradía del Cristo de la Expiración. Fue colocada en 1936 en la gruta de la Virgen de Lourdes convertida en capilla sepulcral. Posteriormente pasó al baptisterio y hoy se encuentra en su primitiva capilla. *Cristo de Medinaceli Donación hecha por la viuda del coronel de Artillería de Marina don José de Lora Ristori, doña María Rodríguez Guerra en 1927. Fue bendecida el 10 de marzo, actuando los capellanes don Antonio Díaz Pérez y don Salvador González de la Torre junto con el teniente vicario castrense (interino) don José Cordero y trasladada en solemne procesión a su altar en la nave de la Epístola, cerca de la Expiración. “El día 1 de abril a las 10 de la mañana se celebrará solemne misa con exposición de SDM y acto seguido procesión solemne por las naves del templo, con el Santo Cristo de Medinaceli, para su traslado a su altar. Durante todo el día la Iglesia estará abierta, para que los fieles puedan adorar al Santo Cristo.” (" Heraldo de San Fernando” jueves 31 de marzo de 1927) “Mañana viernes a las 8 de la mañana se celebrará en la Parroquia Pontificia de San Francisco misa en el altar del Santo Cristo de Medinaceli. El templo permanecerá abierto todo el día para que los fieles puedan adorar la imagen del Santo Cristo hasta las 5 y 30 de la tarde que se rezará el santo rosario y se terminará con el salmo “Miserere” cantado “(“ Heraldo de San Fernando” de 3 de marzo de 1928) “Mañana primer viernes de mes de marzo se celebraran solemnes cultos a la imagen del Xto de Medinaceli, en su altar. La venerada efigie del Divino Cautivo se pondrá al plan del altar para que puedan adorarlo sus numerosos devotos . (“Heraldo de San Fernando” 28 de febrero 1929). (Ver Mosig pgs. 405 y ss. Sobre fundación de una Cofradía). *Cofradía del Santo Cristo de la Agonía. Esta Cofradía se fundó en 1920. Se veneraba como patrón principal, una imagen del Santo Cristo de la Agonía, de Limpias, en cuadro pintado por Ángel Cousillas en un altar barroco dorado, situado en la nave del Evangelio junto a la puerta que da paso al almacén. Y en el altillo una imagen de Ntra. Sra. de los Dolores, imagen de Olot, copatrona, junto con el Patriarcas san José. En cuatro hornacinas laterales, imágenes pequeñas de Santos (s. Luis Gonzaga y otros (razón Juan Pérez Bey) Celebraba su función principal el 30 de marzo y los 30 el ejercicio de culto mensual. Cuadros Se desconocen la procedencia de ellos y los autores, a excepción de los realizados por Mariano S. Maella y Muñoz de la Vega. El pintor de Cámara de Carlos II, Mariano Salvador Maella, pintó por encargo entre 1791 y 1794, tres lienzos para el Panteón de Marinos Ilustres, con un presupuesto de 60000 reales, representando a la “Inmaculada “de gran tamaño, y “san Carlos de Borromeo dando la comunión a los apestados de Milán en1576” y “san Fernando recibiendo las llaves de Sevilla “, que por vicisitudes que no vienen al caso, no pudieron cumplir su objetivo. Inaugurado el Colegio Naval en 1845, y encontrándose en mal estado, fueron restaurados en 1848 por Antonio Cabral Bejarano, para pasar a la capilla de dicho Colegio Naval. Por su tamaño no pudo colocarse la “Inmaculada “en la Capilla y se colocó provisionalmente en una de las habitaciones del Director, pasando el 16 de abril de 1858 a la Parroquia castrense, quedando instalado en un lateral y en 1868 al fondo del altar mayor. Los otros dos oleos se quedaron en el Panteón de Marinos Ilustres en la antecapilla. Al cerrarse el Colegio Naval en marzo de 1867, pasaron al año siguiente, a propuesta del teniente vicario don Miguel Aparici y Zubeldia a la parroquia castrense, a los laterales del altar mayor. *“Bautismo del Señor” óleo, anónimo. *“San Félix de Cantalicio” óleo de 69x50. Copia de Murillo. Anónimo. (De mediana calidad). *“San Félix de Cantalicio” óleo de 165x124. Copia de Murillo. Anónimo. * “La Porciúncula” óleo de 165x125. Escuela madrileña. * “Virgen de Guadalupe” óleo de 167x114. Anónimo. * “Virgen del Pilar y dos santos fundadores.”oleo de173x123. Anónimo. * “Santa Cena”óleo de 165x125.Anónimo del sigloXIX. * “Inmaculada Concepción”, de la escuela de Zurbaran. *“Santa Catalina de Alejandría”.Anónimo. Del taller de Ribera. * “Ecce homo.” Muy deteriorado. (En el Museo Naval). * “Inmaculada Concepción” óleo de 243,5x161 de José Sánchez Márquez (1818-1894). Donación de la familia Castañeda, descendiente del autor. * Diez “Apóstoles: Pedro, Matías, Andrés, Mateo, Felipe, Juan, Santiago, el menor, Judas Tadeo, Bartolomé y Simón”. Oleos ovalados, de Francisco de la Vega Muñoz. (XIX-1877). Pintados en 1860 para el Panteón de Marinos Ilustres, en donde estuvieron ocho en una capilla y los otros cuatro en la otra, hasta al menos 1890. (Ver “El Panteón”… de Garrido Berrocal).En la actualidad faltan san Pablo y Santiago, el mayor. En el pliego de cargo de la Capilla del Real Panteón de Marinos Ilustres de 20 de febrero de 1893 aparece la voz:”doce cuadros con marcos dorados que representan el Apostolado” * “San Agustín”, “san Gregorio Nacianceno” y “san Ambrosio”.Tablas ovaladas de 70 x 55 del siglo XVII. Anónimo. * “San Cristóbal con el niño” de grandes proporciones y mal estado. Patrimonio En 15 de mayo de 1994, se levantó relación de bienes de la Parroquia relativa a cuadros, imágenes, orfebrería y otros bienes. * Órgano de 15 registros, de Domingo Fiorenzano. Sevilla. * Armonium de 11 registros, de la Fabrica de Órganos y Armoniums Cayetano Estadella.
San Fernando, septiembre de 2008 -Manuel E. Baturone Santiago-
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En el día de hoy, 18 de enero de 2015, día en que hemos celebrado la Misa de Inicio del 250 Aniversario de la Consagración como Templo Castrense de nuestra Parroquia, traemos a nuestra página un artículo del historiador isleño y feligrés de nuestra Parroquia, Don Fernando Mósig Pérez sobre la historia de nuestra Parroquia, publicado en este fin de semana en Diario de Cádiz. 250 AÑOS DE LA PARROQUIA CASTRENSE DE SAN FRANCISCO 1. La efeméride. La Parroquia Castrense de San Francisco de Asís fue establecida en enero de1765 en el antiguo Hospicio de los religiosos franciscanos de la Real Isla de León pordecreto de D. Antonio Fanales, teniente vicario general de los Reales Ejércitos de Mar y Tierra. En tal fecha se entronizó el Santísimo Sacramento, encargándose a los franciscanos la asistencia espiritual de todos los aforados y dependientes de la jurisdicción castrense en la localidad. Poco después tuvieron lugar los primeros bautizos y matrimonios en ella. Se cumplen ahora, pues, 250 años de aquel acontecimiento. Su importancia histórica es fácilmente deducible, tanto para la Iglesia, como para la ciudad de San Fernando, como para la Armada; los tres pilares sobre los que va a asentarse esta conmemoración. Para la Iglesia isleña supuso un hito espiritual remarcable en su crecimiento y desarrollo local que se unió al que tuvo lugar justo el año anterior, en 1764, cuando fue consagrada la nueva Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo. Esta y San Francisco fueron las dos parroquias principales de la ciudad, una diocesana otra castrense, durante un siglo y medio. Para la villa de la Real Isla de León, hoy ciudad de San Fernando, fue un eslabón más en la memorable cadena de acontecimientos que fueron configurando su esencia histórica en esa década de 1760. Particularmente la segregación e independencia municipal de Cádiz que tuvo lugar un año después, en 1766, y cuyo 250 aniversario se conmemorará igualmente en el próximo año 2016. Y para la Armada española, sobre todo, el acontecimiento se enmarcó dentro de la política de expansión y refuerzo navales llevada a cabo por Carlos III y sus antecesores, deseosos de convertir a España -entonces un imperio con territorios a ambas orillas del Atlántico que había que defender- en una potencia marítima mundial. La Real Isla de León había sido elegida como sede del Departamento Naval de Cádiz. A ella se trasladarían en los años siguientes, a partir de 1769, las principales dependencias navales que estaban ya instaladas en la capital gaditana: capitanía general, academia de guardias marinas, observatorio astronómico… con el personal correspondiente y sus familias. La Parroquia Castrense precedió a todos estos establecimientos departamentales al ser creada en 1765. De modo que los marinos y sus familias –se calcula que eran por entonces 15.000 almas-, encontraron ya en la Real Isla de León la asistencia espiritual La historia de la iglesia de San Francisco en la Isla de León, sin embargo, se remontaba dos décadas atrás, y era incluso un cuarto de siglo anterior a la creación de la propia parroquia castrense. 2. El Hospicio de San Francisco. La fundación primitiva de una residencia de religiosos franciscanos observantes tuvo lugar hacia 1739, creándose una pequeña comunidad en una modesta casa-oratorio de la calle Soledad, vulgo Viñuelas (hoy, Doctor Cellier), con categoría jurídica de hospedería u hospicio. Se trataba de la misma rama de la orden seráfica que la que moraba desde el siglo XVI en el convento Casa Grande de San Francisco, iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, de Cádiz. Razón por la cual el hospicio isleño se puso también bajo la protección de esta advocación mariana. La labor de los franciscanos isleños durante sus primeros años en la Isla de León es poco conocida. Sabemos que su presencia suscitó la fundación de una orden tercera para los fieles devotos del hábito de san Francisco, con sede en la parroquia sita por entonces en el Castillo de los Ponce de León. La humilde actividad espiritual de los franciscanos se vio pronto complementada y enriquecida con una labor benéfico-social de primer orden, que les daría crédito y sustento en la localidad isleña durante décadas: la instrucción pública. Esta tarea docente fue patrocinada por Manuel de Arriaga y Mariana de Arteaga, matrimonio sin hijos, acaudalados gaditanos de origen vasco, proclives al fervor religioso y prestos a emplear su cuantiosa fortuna en diversas fundaciones pías que redundaran en beneficio espiritual de sus almas y de las de los necesitados. Arriaga y Arteaga tenían acreditada, por cierto, su ferviente devoción por la figura de san Francisco de Asís. Eran patronos de la primera capilla de la nave de la epístola – dedicada al santo seráfico- en la nueva iglesia conventual del Carmen de la Real Isla de León que había sido consagrada en 1733, en cuyo rico retablo, presidido por una hermosa imagen del Pobre de Asís, colocaron sus escudos de armas. Sus inclinaciones franciscanas quedarían también atestiguadas por la generosidad que siempre demostraron hacia los capuchinos de Cádiz, en cuyo convento serían sepultados ambos tras sus respectivos fallecimientos. Además, el piadoso matrimonio gaditano continuaría mostrándose proclive a las fundaciones pías dedicadas a la docencia e ilustración de las diversas capas sociales, como así ocurrió con la de la Compañía de María fundada en esta misma localidad poco tiempo después. A solicitud de los franciscanos isleños, como forma de mejorar su pobre fundación primigenia, D. Manuel y D. Mariana donaron en 1743 unos terrenos de su propiedad situados a orillas del Camino Real y en el barrio de las Tres Cruces, para que edificaran nuevo hospicio, con su iglesia y con una escuela de primeras letras. Los terrenos donados estaban situados junto a la antigua capilla de Nuestra Señora del Pópulo, cuya construcción había sido iniciada en 1696 por su antigua congregación, ya extinguida, y que se hallaba por entonces abandonada y en alberca, sin techar. Tal vez por esto, el nuevo hospicio (o la nueva escuela) fue titulado oficialmente como “Nuestra Señora del Pópulo”, además del título de la iglesia, dedicada a “Nuestra Señora de los Remedios”, en honor del convento gaditano matriz. Aunque desde entonces el conjunto sacro-escolar fue conocido simplemente como “Hospicio de San Francisco”. La construcción del nuevo inmueble conoció dos proyectos arquitectónicos: uno más elaborado y costoso, que no se llevó a cabo y cuyos planos (que se conservan), sin embargo, se suelen publicar erróneamente como los definitivos; y otro más simple y La tarea docente de los franciscanos –enseñar a leer y escribir, más la doctrina cristiana- se rigió por las capitulaciones que firmaron en 1743 con los potentados fundadores y benefactores. Estas capitulaciones, muy detalladas, recogen todos los aspectos relativos a la formación religiosa y a la instrucción de los niños. La presencia de los franciscanos en la Real Isla de León quedó así justificada, no sólo por razones de índole espiritual, sino sobre todo por su altruista y benéfica finalidad de crear y regentar una escuela de primeras letras. 3. La Parroquia Castrense. Veinte años después de esta fundación docente, los franciscanos verían otra vez mejorada –o alterada- su situación en la localidad isleña. En esta ocasión, debido al referido traslado del Departamento Marítimo a la Real Isla de León, puesto que a la orden seráfica correspondía desde antiguo la asistencia espiritual y el servicio eclesiástico a los militares españoles. De este modo, como hemos dicho, la iglesia del hospicio-escuela fue creada parroquia castrense en 1765 por D. Antonio Fanales, teniente vicario general, cuatro años antes de formalizarse el traslado de las demás instalaciones navales. Sin embargo, pronto se percibió la necesidad de mejorar la fábrica de la sencilla iglesia del Hospicio de San Francisco, ahora convertida en Parroquia Castrense. Clavijo dice que la parroquia tuvo que improvisarse y que faltaban al principio sagrario y pila bautismal. Antón Solé habla también las necesidades materiales padecidas por la iglesia de los franciscanos isleños. En consecuencia, una nueva iglesia fue construida a partir de 1786, costeándose su fábrica con las donaciones y arbitrios dispuestos un par de años antes por Carlos III a partir de fondos procedentes de “los individuos que morían intestados, así como también las crecidas limosnas que recogía de las familias de los individuos de los distintos cuerpos de la Armada”. Si bien las obras –paralizadas varias veces- no se concluirían hasta principios del XIX. La construcción del templo franciscano y castrense se llevó a cabo de forma simultánea a las obras de la Población de San Carlos y de la nueva iglesia parroquial del Arsenal de la Carraca. El ilustrado viajero Antonio Ponz, que la visitó en 1791, la halló aún “a medio construir” y expresó la opinión crítica de que “sería muy acertado no seguirla sobre la disforme idea que se ha comenzado”. La iglesia de San Francisco, edificada en sencillo y sobrio estilo neoclásico, fue adornada con todo lo necesario para un templo de su nueva categoría: capillas, altares, retablos, pinturas, imágenes… Así pues, desde la modestísima fundación de 1739, los franciscanos habían ido adquiriendo una mayor categoría: escuela de primeras letras (1743), parroquia castrense(1765) con una nueva iglesia (1786)… Desde fines del siglo XVIII, siguiendo esta linea ascendente, los seráficos frailes de la Isla de León trataron además de conseguir la superior categoría jurídico-canónica de “convento”. Pero hallaron dos escollos casi insalvables. De un lado, el proyecto de crear otra parroquia castrense -regida también por franciscanos y constituidos esta vez sí en convento- en la Población Naval de San Carlos; aunque, como es bien sabido, tan magno proyecto quedó frustrado, utilizándose el nonato convento como hospital naval y transformándose la parroquia, andando el tiempo, en Panteón de Marinos Ilustres. De otro lado, la oposición de la otra orden religiosa establecida en la villa, los carmelitas dezcalzos, que, recelosa del progreso experimentado por los franciscanos a lo largo de los años, interpuso una queja formal ante las autoridades, oponiéndose a que se constituyera y hubiera otro convento de frailes en la floreciente localidad. En esta coyuntura, la Parroquia Castrense de San Francisco tuvo que afrontar las contingencias de la primera década del XIX que anunciaron el desmoronamiento del Antiguo Régimen y el tránsito hacia otra época histórica: epidemia de fiebre amarilla, crisis económica y naval (batalla de Trafalgar), guerra de la Independencia y asedio del ejército napoleónico, difusión de las ideas liberales y anticlericales fruto de las revoluciones burguesas y abanderadas de los necesarios cambios político-sociales... Ninguna adversidad, sin embargo, fue tan grande para este establecimiento eclesiástico como las disposiciones gubernamentales de 1835-1836 que, retomando las dictadas durante el Trienio Liberal (1820-1823), obligaron a cerrar el hospicio, exclaustrar a los franciscanos y expropiar los terrenos de los frailes, dejar la iglesia a cargo del nuevo clero castrense como hasta hoy día, y traspasar la función docente de las escuelas al Ayuntamiento de San Fernando. Había transcurrido apenas un siglo desde la humilde fundación en el barrio de las Viñuelas. Algunas de las posteriores vicisitudes del siglo XIX y primeras décadas del XX también golpearon y afligieron a San Francisco, como signo de aquellos convulsos tiempos. El templo fue asaltado y su interior dañado durante el audaz movimiento cantonal de 1873. Sus feligreses y sus familias sufrieron directamente las consecuencias de los desastres bélicos navales de Cuba y Filipinas (1898) así como de la imperialista guerra de Marruecos (1909-1925)… La categoría de la Parroquia Castrense isleña fue enriquecida con la concesión en 1926 del privilegio de iglesia agregada a la Basílica de San Pedro en el Vaticano por el papa Pío XI. Y, poco después, en 1933, durante la Segunda República, fue erigida la De las épocas recientes merece sin duda destacarse, para no ser exhaustivos, la notable transformación sufrida por el templo en 1966. Su antigua fisonomía interior fue entonces alterada y modernizada a impulso de los vientos renovadores que soplaban 4. Feligreses, asociaciones, patrimonio artístico. Los estrechos vínculos de la Parroquia Castrense de San Francisco con la Armada y la asistencia espiritual desplegada sobre los marinos isleños y sus familias a lo largo de dos siglos y medio propiciaron que entre sus feligreses se hallaran ilustres personajes de la ciudad de San Fernando. Entre ellos merece un recuerdo destacado el hoy beato Marcelo Spínola Maestre, cardenal arzobispo de Sevilla, hijo y nieto de marinos de guerra, bautizado en esta parroquia en 1835. Bajo sus altares y en sus criptas, hoy inexistentes, fueron inhumados antaño, hasta los primeros años del siglo XIX, muchos individuos eminentes de la Armada y de la localidad como, por ejemplo, Vicente Tofiño, Julián Ortiz Canelas, Antonio de Ulloa, Luis de Córdova, los marqueses de Ureña y de Arellano… Algunos de ellos fueron posteriormente trasladados al Panteón de Marinos Ilustres, donde hoy reposan sus distinguidos restos. Igualmente la Parroquia Castrense fue la sede donde nacieron o se irradiaron no pocas devociones espirituales de los marinos isleños y sus familias. Y donde muchas de estas devociones religioso-navales tomaron cuerpo legal bajo la forma de hermandades, cofradías y congregaciones. Algunas de ellas fueron fundadas a fines del Setecientos y aún subsisten. Finalmente la Parroquia Castrense de San Francisco ha albergado y alberga entre sus muros algunas valiosas piezas histórico-artísticas del patrimonio religioso, naval y sanfernandino, lo que igualmente la hace digna de tenerse en cuenta y merecedora de esta magna conmemoración. Destacan entre ellas los tres grandes lienzos pintados a fines del siglo XVIII por Mariano Salvador Maella, pintor de cámara de Carlos III; o, por ejemplo, algunas imágenes de madera policromada como la Santa Bárbara (ca.1735-1737) de Francesco Galleano, artista genovés afincado en Cádiz, o el Cristo de la Expiración (1788) de José de Cirartegui Saralegui, escultor del Arsenal de la Carraca. En definitiva, se va a conmemorar el establecimiento de una institución a la vez religiosa y militar que cumple 250 años de vida, tiempo durante el cual ha estado indisolublemente unida a la historia de la Iglesia isleña, de la ciudad de San Fernando y de la Armada española. Fernando Mósig Enero 2015 |
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